11 de junio de 2012

MORIR EN CARACAS...

o la historia de Alexis

"El mal no es lo que entra en la boca
del hombre, sino lo que sale de ella."
                                                -Cristo-

Por J. W. de Wekker V.
06/09/1996



El miércoles murió Alexis, 22 años, un hijo. Alexis fue un joven trabajador como tantos que día a día madrugan para trabajar, para mantener su familia... No tuvo suerte, no pudo completar sus estudios, su trabajo y su sueldo fueron humildes, Buena gente ese Alexis, sano, tranquilo, bonachón. Tú de seguro conoces a muchos Alexis en tu cotidianidad y a tu alrededor...

22 años, toda una vida por delante. Tenía el derecho a ver crecer a su hija, de tener otros descendientes, de cargar -algún día- a sus nietos, En fin, de amar, llorar, sufrir, en fin, de vivir. Él – de seguro- aspiraba a algo mejor para él y los suyos, estudiaba de noche. Alexis, -en alguna forma- representaba el futuro que hoy nos es incierto...

Pero murió, no por enfermedad, no por vejez, ni siquiera por alguno de los muchos accidentes que propician la inconsciencia de la juventud. ¡Una bala segó su vida!... La parca en forma de un mendrugo de plomo se le alojó en el cerebro. Nadie sabe quien disparó (a nadie le interesa). Tal vez fue un joven de su edad ya maleado por el abandono, el hambre, la miseria, la incomprensión o tal vez un joven de los que llamamos "de buena familia" queriendo probar su "magnum" recién adquirida; podría- hasta darse el caso- que el proyectil asesino saliera de un arma de un "representante de la ley", todo puede ser posible en esta árida ciudad deshumanizada...

Murió un miércoles. No en sábado, ni en domingo, ni siquiera fue un viernes en la noche. Su muerte no tiene importancia, no abultará las estadísticas. En Caracas solo son "relevantes" las muertes de fin de semana, las otras poco importan; ésas se agregan a una lista para totalizar los números al finalizar el año...

Ayer lo enterramos, como se han enterrando a tantos Alexis. En silencio, furtivamente, con entrecortadas lágrimas le dimos el adiós. Quedará en el recuerdo de quienes lo amaron y de los que lo conocimos, muy probablemente nunca se sepa quién fue el culpable. Alexis no fue importante, no tenía un familiar con influencias, por ello, ni la prensa ni la TV se ocuparán de su muerte...

Me lamento por él y por las decenas de Alexis que mueren todas las semanas. Por las vidas truncadas inútilmente. Hemos perdido la capacidad de asombro, a hechos como éste respondemos con un silencio cómplice, con desidia. Con el devenir del tiempo nos hemos acostumbrado. Ya vemos normales este tipo de hechos...

En fin no me queda sino decir que Alexis, y tantos como él han muerto por causas totalmente naturales...
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Vivían en Caracas!...


EPILOGO

11 años después…

El final de morir en Caracas…

Conocí tanto a Alexis ya su madre, ella fue mi secretaria por años… Pero también conocí a su matador, éste -para la fecha- era un niño apenas... Tenía 15 años pero jugaba al grande con una pistola que acababa de comprar por pocos bolívares. A los pocos días mató a otro muchacho por cualquier tontería. Al ser detenido la experticia del arma lo sindica como el asesino de Alexis...

Hoy me llega la noticia. Su matador murió hace dos días en una riña de penal, recibió media docena de puñaladas. Éste cumplía ya su cuarta sentencia. En estos once años no había estado más de seis meses en libertad... En el barrio dicen que acumuló más de 10 muertos.

Además de esas diez madres sin hijos, deja una madre encanecida por pena y llanto...
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Hasta cuando la miseria traerá miseria...
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Ríete de la vida para que la vida no se ría de ti.

J. W. de Wekker Vegas
04/07/2007

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